
La corrupción en Panamá está ligada a muchas variantes pero la primera de ellas es la condición de Paraíso Fiscal, ya que puede ser blanco de la guarida de muchos traficantes y narcotraficantes del mundo, puede ser usado como un lavadero de activos pero, no solo eso según el gobierno Panameño hay mas variantes que afectan dicha condición.
Definiciones
Desde el punto de vista ético-moral, el término corrupción proviene del vocablo latino “corromperé”, que quiere decir “echar a perder”; significa: cambiar la naturaleza de una cosa volviéndola degradada o mala.
Fotografía: Conceptos de corrupción http://deconceptos.com/ciencias-sociales/corrupcion
Acontinuación se incluyen distintas acepciones del vocablo, con el propósito de ilustrar la amplitud de su espectro.
“La corrupción ha sido una realidad en el día a día de la vida de la mayoría de las sociedades por cientos de años. Y a pesar de este hecho, hace muy poco se ha convertido en un tema de vital importancia en la agenda política de las organizaciones internacionales, ONG y la comunidad desarrollada. Únicamente en los últimos años hemos sido testigos del fenómeno de que la corrupción se ha convertido en un tema que crea o acaba con gobiernos en todo el mundo”.
2 La corrupción no es solamente el deterioro de los valores, la aberración de los estándares comunes de decencia o un comportamiento desviado. Es un problema de carácter estructural y un gran impedimento en el ejercicio de un buen gobierno. “La Corrupción es un tema ambiguo que crece
conforme se desarrolla el egocentrismo de una persona por querer dominar para tener hegemonía y mando donde quiera que se encuentre”.
3 Hachette Castell, en el Diccionario Enciclopédico, afirma: “La corrupción no es más que la acción y efecto de corromper o corromperse; es decir, alterar y trastocar la forma de alguna cosa, viciar, pervertir, sobornar a alguna persona o autoridad”.
En opinión de Raymond Guillén, la corrupción es una conducta penalmente incriminada por lo cual se soliciten, se acepten o se reciban ofertas, promesas, dádivas, presentes, con el fin de realizar o abstenerse de un acto para obtener favores o ventajas particulares.
Ambas posturas nos llevan al rechazo de que al hablar de corrupción hay que hacer necesariamente referencia a una persona que ocupa una posición oficial, es decir, a una autoridad o, lo que es lo mismo, a alguien que ejerce un poder.
Alguien es una autoridad cuando, entre otras cosas, tiene competencia para tomar decisiones: es, por ello, una persona que decide. Pero ese carácter no tiene por qué estar limitado a una autoridad. Así, alguien puede serlo en virtud del papel social que desempeña o de la posición que ocupa dentro del sistema normativo sin que ello implique necesariamente la potestad para dictar disposiciones jurídicamente obligatorias.
No es tema de este estudio agotar el concepto y sus acepciones. Tan solo interesa a modo de evidenciar su complejidad.
Sociedad Civil
El término “sociedad civil” surge en el contexto de la economía capitalista en Europa Occidental.
Desaparece del vocabulario de las ciencias sociales a partir de la I Guerra Mundial y reaparece a finales de la década del 80.5
La sociedad civil se define como una compleja red de organizaciones sociales que facilitan la estabilidad democrática de un Estado al promover la participación ciudadana en los asuntos de interés público.
Papel de las organizaciones sociales y sus avances en la lucha contra la corrupción
Los movimientos de la sociedad civil colocan en la agenda pública los temas que son importantes para el quehacer de los ciudadanos, esto es, impulsan políticas sociales e inciden en el poder del Estado.
La sociedad civil representa un punto de encuentro entre lo público y privado, una esfera de relaciones sociales y sus conflictos.
Como bien señala Luis Madrigal Pacheco, “el esfuerzo por hacer visible lo oculto es uno de los principales desafíos de las organizaciones de la sociedad civil. Esta apuesta a la transparencia se ha demostrado no sólo en el escenario de la opinión pública, sino también en la toma de decisiones de políticas y programas de desarrollo”.
En materia de transparencia y auditoría social, las organizaciones civiles impulsan diversas acciones, entre las que se ubican:
1. Denuncias, investigación y seguimiento de casos de corrupción.
2. Capacitación y sensibilización en temas éticos y de transparencia.
3. Capacitación de gobiernos y organismos locales.
4. Auditorías sociales.
5. Elaboración de proyectos, veedurías sociales y en la función pública en general.
Las organizaciones de sociedad civil enfrentan algunas dificultades en su actuar:
1. Ausencia de una cultura ética anticorrupción.
2. Dificultades en el acceso a la información.
3. Desarticulación de las ONG y sus iniciativas de auditoría social.
4. Falta de cooperación y de voluntad política.
5. Debilidad en la metodología y capacidades técnicas de los actores.
6. Falta de control social.
7. Marco legal incoherente y fragmentado.
8. Focalización de la cooperación internacional.
La necesidad de encontrar solución a los graves problemas sociales que aquejan a las grandes mayorías que habitan los países latinoamericanos explica la preocupación generalizada por la estrecha relación que existe entre aquellos y la falta de transparencia y los elevados niveles de corrupción de la mayoría de los estamentos. Esta peligrosa relación indica, por ejemplo, que donde existen los niveles de corrupción más elevados, generalmente también hay más pobreza, bajos niveles de educación y servicios de salud de pobre calidad.
Por ello, en los esfuerzos de los países por modernizar el Estado se pone tanto énfasis en atender y controlar los niveles de corrupción como una forma de crear condiciones favorables para la generación de resultados efectivos de los programas encaminados a erradicar la pobreza. Desde ese enfoque, en Panamá, en las últimas décadas, se han dado pasos cortos, pero importantes en la lucha contra la corrupción. Se destacan algunas acciones como las siguientes:
1. La ratificación de la Convención Interamericana contra la Corrupción, 1998.
2. La ratificación de la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, 2005.
3. Creación de la Dirección Nacional contra la Corrupción en l999, en el Ministerio de Economía y Finanzas.
4. Creación de la Comisión Presidencial para combatir la Corrupción, 2002.
5. Promulgación de la ley No.6 de 22 de enero de 2002, que dicta normas para la transparencia en la gestión pública y establece el hábeas data.
6. La Creación del Consejo Nacional de Transparencia contra la Corrupción y su
Secretaría Ejecutiva en el 2004.
El Consejo Nacional de Transparencia
El Consejo Nacional de Transparencia contra la Corrupción identifica tres dimensiones en las que considera importante que la presente administración adelante acciones de transformación institucional con carácter de urgencia:
1. La modernización de la administración pública para hacerla más transparente y eficiente y que ejerza su papel rector para el equilibrio social y cumplimiento del bien común.
2. La profesionalización de los servidores públicos, fundamentada en las obligaciones y derechos previstos en el sistema de Carrera Administrativa, basado en la evaluación del desempeño y la meritocracia.
3. La prevención de la corrupción a través, entre otras acciones, de la inversión en la dimensión espiritual tanto de los servidores públicos como de la sociedad, procurando la reafirmación de valores y principios que orientan un comportamiento ético íntegro.
Causas
La corrupción como fenómeno social está constituida por actos individuales con influencia en el ámbito grupal, por lo cual sus causas son tanto endógenas (internas) como exógenas (externas).
Podemos señalar como causas endógenas, o sea, las que tienen que ver con el individuo:
1. Falta de valores ético-morales
2. Carencia de una conciencia social
3. Formación deficiente con bajo nivel educativo
4. Desinterés por el sistema legal existente
5. La ambición desmedida e inescrupulosa
6. Paradigmas distorsionados y negativos (consumistas, materialistas).
Elementos exógenos de la corrupción:
1. La impunidad de actos de corrupción
2. Un excesivo poder discrecional del funcionario
3. La concentración de poderes de decisión en ciertas actividades del gobierno
4. El control económico o legal sobre los medios de comunicación, lo cual impide se expongan a la luz pública los casos de corrupción
5. Falta de transparencia en la información concerniente a la utilización de los fondos públicos y de los procesos de decisión
6. La poca eficiencia de la administración pública.Asimismo, es posible analizar las causas de la corrupción a partir de tres enfoques teóricos, siguiendo a Villoria (2005):
1. Enfoque funcionalista, el cual establece que a medida que los trámites, procesos y procedimientos burocráticos son más numerosos, más complejos y menos claros, el ambiente será propicio para el surgimiento de inconductas funcionales y actos de corrupción por parte de los operadores en la gestión pública. Por ende, la propuesta de mejora es evidente: simplificación de cómo funciona el Estado, a partir de la eliminación de los procesos que no generan valor público mediante la aplicación de un sostenido proceso de reforma y modernización del aparato público.
2. Enfoque institucionalista, que centra su atención en las normas de conducta, reglas y patrones que fijan el comportamiento de los actores en un contexto racional. En tal sentido, si por ejemplo, hay impunidad, racionalmente la probabilidad de la existencia de actos corruptos se incrementará respecto a un escenario en que la institución de la justicia es predecible, ejecutable y ejemplarmente sancionadora.
3. Enfoque culturalista, según el cual los actos de corrupción serán más comunes tanto cuando exista una débil estructura interna de valores del individuo (pues el que comete el acto es siempre una persona, nunca la organización) producto de una insuficiente instrucción y educación moral en la familia y en el colegio, como de un entorno culturalmente tolerante a la corrupción (piénsese por ejemplo en el caso del “vivo que se pasa la luz roja cuando no hay carro”, o el “inteligente que no paga sus impuestos”).
La corrupción en el gobierno está directamente relacionada con la calidad de las instituciones políticas y electorales. Existe un círculo vicioso de la corrupción, en cuyo centro se halla la falta de credibilidad por la política y por el sistema democrático, por la política, el financiamiento no transparente de los partidos políticos, la complicidad del sistema judicial y la falta de sanción extensiva.
La mayoría de los países del mundo tienen problemas que los afectan directa e indirectamente y que conducen a un deterioro en la calidad de vida de sus ciudadanos. Estos se sienten amenazados por la incertidumbre que genera la crisis económica, la situación social de pobreza, desempleo, delincuencia, vivienda, infraestructura obsoleta o dañada, la contaminación, servicios fundamentales deficientes e incluso el precarismo. Son estos solamente algunos de los problemas con los cuales los ciudadanos deben lidiar diariamente.
Panamá no está lejos de esta realidad porque es sabido que es uno de los países con mayor inequidad en la distribución de ingresos de América Latina. En la encuesta aplicada en junio - julio del año 2007, los ciudadanos del territorio nacional expresaron su opinión respecto a distintos problemas del país.
En opinión de los ciudadanos, los principales problemas del país son la seguridad, que obtuvo el 65.79%; sigue la salud, con el 65.51%; la corrupción, con el 64.95%; la educación, con el 57.92%; el transporte, con 56.61%; la vivienda, con el 46.77%; el desempleo, con el 5.62%; la delincuencia, con el 4.40%, mientras que la administración de justicia, el alto costo de la vida, la alimentación, la comunicación y la pobreza juntos representan el 6.64%, pero individualmente no son significativos. Llama la atención que el desempleo se presente con un porcentaje tan bajo cuando en múltiples encuestas lo señalan como el problema número uno. Igual mención sobre la corrupción que en encuestas de organismos internacionales se menciona como el quinto o sexto lugar, en ésta aparece en la tercera posición, variación explicable, en parte, por la dispersión en el manejo del concepto.
Mecanismos para disminuir la corrupción
Todos los grupos, con leves variantes, ubican la disminución de la corrupción en un elemento clave: la administración de justicia, cuando se refieren al: “fortalecimiento de la administración de justicia” búsqueda de un “sistema judicial honorable y vigilante” un “sistema judicial ejemplar” etc. Pareciera que la corrupción está íntimamente ligada a la imagen de un sistema judicial que debiera ser eficaz y eficiente.
Paralelamente, la “transparencia de la gestión pública” es citada por algunos grupos, como mecanismo para combatir la corrupción, al igual que la necesidad del gobierno de rendir cuentas de sus actuaciones.
Un “cambio en la actitud de la sociedad en general” y un mayor protagonismo de la “educación y la familia”, llevaría a una disminución de la corrupción.
Lo anterior lo podemos sintetizar en:
1. Más educación.
2. Mejoramiento de la administración pública y reforma del Estado.
3. Desarrollo de políticas públicas.
4. Mejoramiento del sistema judicial.